Volver a rescatar los jerseis de punto, comprarse un par de botas o elegir abrigos y trencas no siempre es fácil. Tratamos de resistirnos a las bajadas de temperatura y a los días más cortos y las noches casi eternas. Por ello voy a ir dando la bienvenida al otoño poco a poco, sin prisa pero sin pausa, porque aunque los cambios a veces nos producen pereza o temor siempre nos traen buenas nuevas.
Viendo como el fotógrafo sueco Marcus Ohlsson refleja para Velvet Magazine este tránsito entre estaciones, el otoño parece apetitoso.
Bueno, siendo así no me importa tanto ir despidiendo las vacaciones de verano.
ResponderEliminarUn abrazo